viernes, 13 de marzo de 2009

Nieta descubre que velaban a otra persona en lugar que a su abuelo

La nieta de un anciano fallecido en el Hospital Ramón Carrillo de San Carlos de Bariloche advirtió en plena despedida que a quien estaban velando no era su abuelo. Los responsables del centro asistencial revisaron y descubrieron que habían mandado el cadáver equivocado.

Una nena descubrió en medio de un velatorio que el cuerpo que despedían no era el de su abuelo sino el de un desconocido, como consecuencia de un curioso cambio de cadáveres que se habría registrado en un hospital zonal barilochense, Argentina.


Según contó un habitante de Villa Llanquín, la cercana localidad neuquina, el episodio ocurrió cuando los familiares de la víctima, a partir de los dichos de la niña, se dieron cuenta que no era el hombre que había fallecido.


El cuerpo que velaban debía haber sido trasladado a la ciudad de San Martín de los Andes, pero por un error cuyas causas aún no fueron reconocidas, terminó en Bariloche,informa Infobae.


El cadáver debía ser de "Don Eliseo", quien fue el último cacique de la zona y cuya muerte entristeció a toda la vecindad de Villa Llanquín. El hombre murió en el hospital zonal y su familia pidió llevarlo a la cercana localidad para realizar el tradicional velatorio.


Según informó un diario local, la sorpresa sucedió cuando en plena ceremonia mortuoria, mientras los deudos lloraban y los vecinos trataban de consolar a amigos y familiares, una nieta lanzó la alarma. "Éste no es el abuelo", dijo la menor para dejar atónitos a todos los presentes.


Lógicamente de inmediato los familiares -que aún no se habían dado cuenta del error- se quejaron con el Hospital Ramón Carrillo.


Los responsables del centro asistencial revisaron y descubrieron que habían mandado el cadáver equivocado, por lo que se hicieron cargo de la situación y sostuvieron que el muerto que estaban velando no era "Don Eliseo".


"El muerto debía haber sido llevado a San Martín de los Andes", explicó uno de los empleados en declaraciones a la prensa, tras hacerse el cambio de cadáveres.


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