La NASA lanzará este viernes el observatorio Kepler, montado en un cohete Delta II desde Cabo Cañaveral, en la península de la Florida, con la intención de descubrir la existencia de vida más allá de la Tierra.
A pesar de que los científicos han descartado dicha posibilidad de existencia de actividad biológica, la esperanza de la NASA está en los exoplanetas, que son los cuerpos que giran en torno a estrellas que se ubican a mayor distancia del sistema solar, contabilizándose, hasta el momento, 320.
Esta es la primera misión con la capacidad de encontrar planetas como la Tierra, planetas rocosos que se hallen en una zona cálida en la que se pueda mantener en su forma líquida el agua, elemento esencial para la formación de vida, refirió la NASA en un comunicado.
"Kepler es un componente crucial de los esfuerzos de la NASA por encontrar y estudiar planetas con características similares a las de la Tierra", señaló Jon Morse, director de astrofísica de la agencia espacial en Washington.
Según el científico, el censo planetario que realice Kepler ayudará a comprender la frecuencia en que existen esos planetas en la Vía Láctea, además de contribuir con próximas misiones.
Tras un viaje intergaláctico de 3,5 años, Kepler iniciará la búsqueda en la "minúscula" región de Cygnus-Lyra que contiene alrededor de 100.000 estrellas similares a nuestro Sol.
Con sus instrumentos, Kepler determinará la existencia de los exoplanetas a través de los cambios de luz que reflejen sus estrellas cuando pasen entre ellas y el observatorio, y su detección podrá ser estudiada por los telescopios Hubble y Spitzer.
Teóricamente, si esos cuerpos observados por Kepler fueran similares a la Tierra tendrían que completar una órbita de alrededor de un año en torno a su estrella.
El telescopio de Kepler puede detectar cambios en el brillo de las estrellas de sólo 20 partes por millón y las imágenes que transmitirá el observatorio serán captadas por una cámara que tiene una resolución de 95 megapixels.
Según Debra Fischer, astrónomo de la Universidad Estatal de San Francisco, una vez que llegue a su destino en la próxima década, el Kepler será un instrumento básico para saber qué tipo de planetas giran en torno a otras estrellas.
Con Spitzer, sus descubrimientos se utilizarán de inmediato para analizar las atmósferas de los exoplanetas.
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