"El Gobierno de la República de Colombia desea presentar al Ilustrado Gobierno de la República del Ecuador sus excusas por la acción que se vio obligado a adelantar en la zona de frontera", reza el documento leído esta noche en Bogotá por el canciller colombiano Fernando Araújo.
Asegura que la acción consistió en "el ingreso de helicópteros colombianos con personal de las Fuerzas Armadas a territorio ecuatoriano, para registrar el sitio".
"El Gobierno colombiano nunca ha tenido la pretensión o la disposición de irrespetar o vulnerar la soberanía o la integridad de la hermana República del Ecuador, de su pueblo o de sus autoridades, por las que ha profesado, históricamente, afecto y admiración", dice el comunicado oficial.
"Compromisos con las FARC"
Por otro lado, el gobierno de Colombia asegura que tiene en su poder documentos que comprometen al gobierno del presidente ecuatoriano, Rafael Correa, de tener "compromisos" con las FARC. Así lo aseguró esta madrugada el director de la Policía de Colombia, general Oscar Naranjo, quien dijo que la información está contenida en uno de los ordenadores incautado al portavoz internacional y número dos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) Raúl Reyes.
Aunque el viceministro de Defensa ecuatoriano, Miguel Carvajal, se ha apresurado a desmentirlo y lo ha calificado de "patraña". Carvajal, entrevistado por la emisora colombiana Caracol Radio, declaró que no sabía de dónde "sacan eso".
Agravamiento de las relaciones
La operación militar llevada a cabo en suelo ecuatoriano tras la muerte de del número dos de las FARC 'Raúl Reyes' está propiciando el agravamiento de las relaciones de Bogotá con Venezuela y Ecuador. En las últimas horas, ambos países han movilizado las tropas enviándolas a la frontera con Colombia y exigieron al Gobierno del presidente de Colombia, Álvaro Uribe, no sólo disculpas, sino "compromisos firmados de respeto a Ecuador".
Por su parte el Gobierno ecuatoriano de Rafael Correa, aliado estratégico de Hugo Chávez, ha decretado esta madrugada (hora española) la ruptura definitiva de las relaciones con Colombia al ordenar la expulsión inmediata del embajador de ese país en Quito, Carlos Holguín, horas después de que llamara a consultas a su embajador en Bogotá, Francisco Suéscum. Además solicitó la reunión urgente de la OEA y la CAN para tratar el ataque colombiano a territorio ecuatoriano.
Francisco Suéscum, calificó el ataque colombiano de "hecho de guerra". "La masacre es un hecho bárbaro, un hecho de guerra, un hecho en contra de la paz, de la vida y de los derechos humanos".
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