Los animales grandes y bravos son soltados por una avenida principal y hacia la plaza de Armas. En su camino asustan y divierten; jinetes sobre caballos de paso resguardan su recorrido.
Las familias y los turistas celebran esta festividad, al compás del caranaval ayacuchano, que es tocado por las bandas de música.
La fiesta se prolonga las 16:00 horas, donde ayacuchanos y visitantes danzarán en la plaza tomados de las manos, arrastrando en su algarabía a todo aquel que se atraviese, mientras la banda los persigue en su danza por todas las esquinas de la plaza.
Esta es la alegría del pueblo, es por la resurrección del Señor.
Mañana domingo la tristeza del pueblo se transforma en regocijo cuando las campanas empiezan a replicar junto a los primeros resplandores del sol.
La multitud que ha esperado toda la noche en la Plaza Mayor deja escapar un murmullo al ser abiertas las grandes puertas de la Catedral. Cristo ha resucitado, señalan.
A las 04:00 horas, monseñor Gabino Miranda oficiará en quechua la Misa de la Resurrección en la Basílica Catedral de la ciudad de Ayacucho, ubicada a 575 kilómetros al sureste de Lima.
A las 05:00 horas saldrá la procesión del Señor Resucitado, en un anda decorada con flores, mazorcas y palomas hechas a base de cera. Es trasladada en hombros por más de 300 personas. Es una de las procesiones más bellas y únicas en el mundo.
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