El secretario de la OEA, José Miguel Insulza, encabezó hoy una misión que llegó hasta el sitio donde estaba el campamento de las FARC -en territorio ecuatoriano- que fue atacado el 1 de marzo por el ejército colombiano, que mató al número dos de la guerrilla y a otra veintena de integrantes, desencadenando una crisis diplomática regional.
En el lugar, Insulza consideró "difícil'' que una fuerza multinacional vigile la frontera entre Colombia y Ecuador para que no se repitan hechos como ese, y se mostró partidario de que los gobiernos normalicen sus relaciones sin intervención del organismo.
Sobre la propuesta del presidente Rafael Correa, con quien la misión se reunió la víspera, de instalar una fuerza multinacional para vigilar la frontera, Insulza dijo que "si hay dificultades para los ejércitos que patrullan la zona, colombianos y ecuatorianos, yo veo difícil que puedan haber otros que lo vayan a hacer''.
La visita responde a la decisión de la Organización de los Estados Americanos (OEA) de enviar una misión a Ecuador y Colombia para elaborar un informe que podría ser discutido el 17 de marzo, en la próxima reunión de cancilleres en Washington.
Insulza, de nacionalidad chilena, recibió documentos, vídeos y fotografías del gobierno ecuatoriano y en una rueda de prensa destacó que el informe que la comisión debe preparar "no va a ser un informe solamente 'in situ', ni va a ser solamente un informe sobre los hechos sino que va ser un informe, yo diría, más sobre los principios y sobre el derecho''.
Destacó la necesidad de recalcar la importancia de "la inviolabilidad de la frontera'' porque "eso tiene que ver con nuestra paz, con nuestra convivencia''.
El secretario de la OEA y otros delegados del organismo llegaron hasta Angostura, 250 kilómetros al noreste de Quito y a dos kilómetros de la frontera con Colombia, acompañados de los ministros ecuatorianos de Seguridad, Gustavo Larrea, y de Defensa, Wellington Sandoval.
Ahí recibieron explicaciones de militares y autoridades y observaron lo que quedó del campamento que fue bombardeado. Constataron las "complejidades que tiene esa frontera'' para ser vigilada, en referencia a una zona selvática, muy distante de sitios poblados.
La comisión estuvo en el lugar durante 45 minutos en tareas de inspección en medio de un fuerte dispositivo de seguridad, tanto por tierra como por aire. En el sector afectado por el bombardeo se pueden observar árboles de regular tamaño destrozados por las explosiones y cráteres de los bombardeos.
La comisión de la OEA viajaba la noche del lunes a Bogotá y tiene previsto visitar la zona fronteriza, dijo Insulza.
El ataque colombiano desencadenó una crisis diplomática con ruptura de relaciones y fuertes epítetos intercambiados entre los presidentes Rafael Correa, de Ecuador, y Alvaro Uribe, de Colombia. Los dos países acordaron superar la crisis pero no han normalizado sus relaciones diplomáticas.
La operación dejó un saldo de 25 muertos en el campamento, entre ellos el número dos de las FARC, Raúl Reyes. Un total de 23 cadáveres permanecen en la morgue Quito mientras el de Reyes y un asistente suyo fueron llevados a Bogotá, como también el de un soldado colombiano, muerto en la acción.
En el lugar, Insulza consideró "difícil'' que una fuerza multinacional vigile la frontera entre Colombia y Ecuador para que no se repitan hechos como ese, y se mostró partidario de que los gobiernos normalicen sus relaciones sin intervención del organismo.
Sobre la propuesta del presidente Rafael Correa, con quien la misión se reunió la víspera, de instalar una fuerza multinacional para vigilar la frontera, Insulza dijo que "si hay dificultades para los ejércitos que patrullan la zona, colombianos y ecuatorianos, yo veo difícil que puedan haber otros que lo vayan a hacer''.
La visita responde a la decisión de la Organización de los Estados Americanos (OEA) de enviar una misión a Ecuador y Colombia para elaborar un informe que podría ser discutido el 17 de marzo, en la próxima reunión de cancilleres en Washington.
Insulza, de nacionalidad chilena, recibió documentos, vídeos y fotografías del gobierno ecuatoriano y en una rueda de prensa destacó que el informe que la comisión debe preparar "no va a ser un informe solamente 'in situ', ni va a ser solamente un informe sobre los hechos sino que va ser un informe, yo diría, más sobre los principios y sobre el derecho''.
Destacó la necesidad de recalcar la importancia de "la inviolabilidad de la frontera'' porque "eso tiene que ver con nuestra paz, con nuestra convivencia''.
El secretario de la OEA y otros delegados del organismo llegaron hasta Angostura, 250 kilómetros al noreste de Quito y a dos kilómetros de la frontera con Colombia, acompañados de los ministros ecuatorianos de Seguridad, Gustavo Larrea, y de Defensa, Wellington Sandoval.
Ahí recibieron explicaciones de militares y autoridades y observaron lo que quedó del campamento que fue bombardeado. Constataron las "complejidades que tiene esa frontera'' para ser vigilada, en referencia a una zona selvática, muy distante de sitios poblados.
La comisión estuvo en el lugar durante 45 minutos en tareas de inspección en medio de un fuerte dispositivo de seguridad, tanto por tierra como por aire. En el sector afectado por el bombardeo se pueden observar árboles de regular tamaño destrozados por las explosiones y cráteres de los bombardeos.
La comisión de la OEA viajaba la noche del lunes a Bogotá y tiene previsto visitar la zona fronteriza, dijo Insulza.
El ataque colombiano desencadenó una crisis diplomática con ruptura de relaciones y fuertes epítetos intercambiados entre los presidentes Rafael Correa, de Ecuador, y Alvaro Uribe, de Colombia. Los dos países acordaron superar la crisis pero no han normalizado sus relaciones diplomáticas.
La operación dejó un saldo de 25 muertos en el campamento, entre ellos el número dos de las FARC, Raúl Reyes. Un total de 23 cadáveres permanecen en la morgue Quito mientras el de Reyes y un asistente suyo fueron llevados a Bogotá, como también el de un soldado colombiano, muerto en la acción.
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