TELÉFONOS móviles, 'messenger' o videoconferencias son un ejemplo de las nuevas posibilidades comunicativas derivadas del avance de la tecnología. Según José Luis Zaccagnini, profesor titular de Psicología de la Universidad de Málaga (UMA), la configuración de estos espacios virtuales de intercambio social contribuyen a intensificar y fortalecer las relaciones de amistad. «Todas estas cosas tienen un valor fundamental, ya que una de las condiciones prioritarias de la amistad es la comunicación y compartir actividades», advirtió ayer Zaccagnini, durante su intervención en el ciclo 'Aprender a vivir' de los Cursos de Verano de la UMA en Ronda.
Como aseguró el experto, antes del auge de Internet, «los amigos quedaban en la esquina del barrio para verse: ahora, esa esquina es el 'messenger'». En su ponencia, Zaccagnini destacó el valor prioritario de la amistad para los seres humanos. A pesar de que resulta un tipo de relación especialmente productiva y fundamental, no está, en su opinión, suficientemente valorada ni estudiada.
Para Zaccagnini, la amistad es muy especial porque se desarrolla con total libertad, es decir, «somos libres de elegirla o no». Así, a juicio del psicólogo, «cortamos con los amigos con demasiada facilidad», algo que después «pasa factura».
Apoyo necesario
Esto va en detrimento de las personas, ya que los amigos aportan elementos muy importantes, como comunicación y apoyo afectivo y material si se necesita. Aun así, la amistad es subjetiva en las personas, y se valora en mayor o menor medida los componentes de la amistad en función de nuestra situación y necesidades. En este sentido, Zaccagnini destacó un elemento que no se suele valorar excesivamente y que, en cambio, tiene una importancia fundamental: la información. Los amigos aportan informaciones básicas en la vida cotidiana que no se encuentran en otras instancias. «Si una persona vende un piso bueno y barato, se lo dirá antes a sus amigos», apostilló el profesor de la UMA.
José Luis Zaccagnini reconoció que la amistad no se vive igual en las distintas etapas de la vida. Su punto más álgido lo alcanza en la adolescencia, cuando los amigos son fundamentales para desarrollarse y para crear una independencia «psicológica». Los adolescentes, según el experto, se identifican con sus iguales para «romper» de alguna manera con sus mayores e iniciarse en la vida adulta. A partir de ahí, la amistad está condicionada por factores como el trabajo o la relación de pareja, que en ocasiones dificultan el mantenimiento de estas relaciones. En la tercera edad, la amistad pasa a un segundo plano.
Como aseguró el experto, antes del auge de Internet, «los amigos quedaban en la esquina del barrio para verse: ahora, esa esquina es el 'messenger'». En su ponencia, Zaccagnini destacó el valor prioritario de la amistad para los seres humanos. A pesar de que resulta un tipo de relación especialmente productiva y fundamental, no está, en su opinión, suficientemente valorada ni estudiada.
Para Zaccagnini, la amistad es muy especial porque se desarrolla con total libertad, es decir, «somos libres de elegirla o no». Así, a juicio del psicólogo, «cortamos con los amigos con demasiada facilidad», algo que después «pasa factura».
Apoyo necesario
Esto va en detrimento de las personas, ya que los amigos aportan elementos muy importantes, como comunicación y apoyo afectivo y material si se necesita. Aun así, la amistad es subjetiva en las personas, y se valora en mayor o menor medida los componentes de la amistad en función de nuestra situación y necesidades. En este sentido, Zaccagnini destacó un elemento que no se suele valorar excesivamente y que, en cambio, tiene una importancia fundamental: la información. Los amigos aportan informaciones básicas en la vida cotidiana que no se encuentran en otras instancias. «Si una persona vende un piso bueno y barato, se lo dirá antes a sus amigos», apostilló el profesor de la UMA.
José Luis Zaccagnini reconoció que la amistad no se vive igual en las distintas etapas de la vida. Su punto más álgido lo alcanza en la adolescencia, cuando los amigos son fundamentales para desarrollarse y para crear una independencia «psicológica». Los adolescentes, según el experto, se identifican con sus iguales para «romper» de alguna manera con sus mayores e iniciarse en la vida adulta. A partir de ahí, la amistad está condicionada por factores como el trabajo o la relación de pareja, que en ocasiones dificultan el mantenimiento de estas relaciones. En la tercera edad, la amistad pasa a un segundo plano.
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