Sin duda era el partido que todos esperaban. Frente a frente los dos equipos que mostraron el mejor nivel de esta Copa América por lejos...una verdadera final anticipada.
Y tanto Argentina como México comenzaron bastante bien. Ya en los primeros minutos el partido fue de ida y de vuelta, con una dinámica que asombró. Por un lado, Lionel Messi y Juan Román Riquelme haciendo de las suyas, y por el otro Nery Castillo y Ramón Morales complicando en cada avance a la defensa albiceleste.
Sin embargo, el encuentro fue caminando hacia la estrategia y perdió la genialidad de los instantes iniciales. Ambos buscaron el arco contrario, pero tomando excesivos resguardos en la retaguardia.
Una de las mejores opciones la tuvo Carlos Tevez, quien estuvo cerca de colocar la primera cifra a los 20', tras robar una pelota, pero su remate cruzado se fue levemente desviado.
El cuadro de Hugo Sánchez respondió a los 34 minutos cuando el volante Andrés Guardado protagonizó la jugada más clara para convertir. El crespo mediocampista recibió en plena área, y después de un gran enganche, quedó sólo frente ante Roberto Abbondanzieri, pero su remate rozó el poste.
Pero justo antes del final, llegó el gol argentino a los 44'. Riquelme, en su estilo, lanzó un centro medido al área azteca y entre las dudas de defensores y del portero Oswaldo Sánchez, apareció Gabriel Heinze para iniciar los festejos albicelestes.
Si el primer tiempo fue bueno, el segundo fue sencillamente a toda orquesta, claro que con ritmo de tango. Así es porque en el complemento, el equipo de Alfio Basile demostró todo su poderío y talento para pasar por arriba de los mexicanos.
Todo pudo haber cambiado cuando Nery Castillo, a los 54', mandó la pelota al travesaño cuando estaba en inmejorable posición ante Abbondanzieri.
Sin embargo no fue así, y ese tanto perdido lo terminó pagando el cuadro norteamericano cuando a los 60', Messi anotó quizás el gol más lindo de esta copa tras pasar el balón con un sombrerito a Sánchez. De ahí en más fue todo para Argentina y seis minutos más tarde llegó el tercero en los pies de Riquelme, quien mediante lanzamiento penal, sentenció el encuentro.
Así sin más, y con algunas otras opciones perdidas como el que inexplicablemente se farreó Rodrigo Palacio, finalizó el partido con un contundente triunfo ante el complicado cuadro azteca.
De esta manera, habrá final soñada entre argentinos y brasileños el próximo domingo 15, al igual como lo hicieron ante tres años en la Copa América de Perú.
Y tanto Argentina como México comenzaron bastante bien. Ya en los primeros minutos el partido fue de ida y de vuelta, con una dinámica que asombró. Por un lado, Lionel Messi y Juan Román Riquelme haciendo de las suyas, y por el otro Nery Castillo y Ramón Morales complicando en cada avance a la defensa albiceleste.
Sin embargo, el encuentro fue caminando hacia la estrategia y perdió la genialidad de los instantes iniciales. Ambos buscaron el arco contrario, pero tomando excesivos resguardos en la retaguardia.
Una de las mejores opciones la tuvo Carlos Tevez, quien estuvo cerca de colocar la primera cifra a los 20', tras robar una pelota, pero su remate cruzado se fue levemente desviado.
El cuadro de Hugo Sánchez respondió a los 34 minutos cuando el volante Andrés Guardado protagonizó la jugada más clara para convertir. El crespo mediocampista recibió en plena área, y después de un gran enganche, quedó sólo frente ante Roberto Abbondanzieri, pero su remate rozó el poste.
Pero justo antes del final, llegó el gol argentino a los 44'. Riquelme, en su estilo, lanzó un centro medido al área azteca y entre las dudas de defensores y del portero Oswaldo Sánchez, apareció Gabriel Heinze para iniciar los festejos albicelestes.
Si el primer tiempo fue bueno, el segundo fue sencillamente a toda orquesta, claro que con ritmo de tango. Así es porque en el complemento, el equipo de Alfio Basile demostró todo su poderío y talento para pasar por arriba de los mexicanos.
Todo pudo haber cambiado cuando Nery Castillo, a los 54', mandó la pelota al travesaño cuando estaba en inmejorable posición ante Abbondanzieri.
Sin embargo no fue así, y ese tanto perdido lo terminó pagando el cuadro norteamericano cuando a los 60', Messi anotó quizás el gol más lindo de esta copa tras pasar el balón con un sombrerito a Sánchez. De ahí en más fue todo para Argentina y seis minutos más tarde llegó el tercero en los pies de Riquelme, quien mediante lanzamiento penal, sentenció el encuentro.
Así sin más, y con algunas otras opciones perdidas como el que inexplicablemente se farreó Rodrigo Palacio, finalizó el partido con un contundente triunfo ante el complicado cuadro azteca.
De esta manera, habrá final soñada entre argentinos y brasileños el próximo domingo 15, al igual como lo hicieron ante tres años en la Copa América de Perú.
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