Oki asegura que su software, que funciona sobre los sistemas operativos Windows Mobile 2003 y Symbian (además de Windows XP), tarda menos de medio segundo en identificar al usuario mediante la exploración de su iris con la cámara del terminal. En caso de que la imagen del iris coincida con la del propietario, el teléfono queda desbloqueado y listo para el uso.
Como es natural, antes habrá habido que entrenar al terminal, mostrándole el ojo del propietario; esta operación se realiza en cuestión de segundos. Según Oki, el sistema tiene una tasa de error (falsos positivos) inferior a uno cada 100.000 exploraciones.
La detección requiere que la imagen del iris a reconocer tenga un tamaño de más de 100 píxels de diámetro. El programa ocupa 200 KB en la memoria del dispositivo, y necesita otros 200 KB para los datos de trabajo.
El sistema de Oki no es el primero de este tipo para teléfonos móviles. Hace más de un año ya informábamos sobre xVista, un sistema parecido de identificación mediante iris para aplicaciones móviles de seguridad. La diferencia es que Oki ya ha comenzado a ofrecer comercialmente el suyo a operadores y fabricantes de terminales, de modo que es posible que dentro de unos meses veamos teléfonos que podemos desbloquear mirándolos en lugar de teclear un PIN. La firma aspira a vender dos millones de licencias de su sistema en un plazo de dos años, comenzando inmediatamente por el competitivo mercado japonés.
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