lunes, 13 de agosto de 2007

Moscú: llevan a un juicio a un hombre que confesó haber matado a 62 personas

Alexander Pichushkin, de 33 años, atacaba a sus víctimas en un parque de esa ciudad y después marcaba los crímenes en un tablero de ajedrez. Tenía como objetivo llenar las 64 casillas, pero cayó preso.


Mataba y después anotaba sus crímenes en un tablero de ajedrez. Tenía como objetivo llenar los 64 casilleros del juego, pero cayó preso antes de lograrlo y ahora será llevado a juicio. Alexander Pichushkin, de 33 años, asegura que asesinó a más de 60 personas, aunque los fiscales solo pudieron probarle 49 homicidios, superado en Rusia solo por Andrei Chikatilo, condenado a la pena de muerte por 52 asesinatos.

Pichushkin atacaba a sus víctimas en un parque de Moscú, y así se convirtió en uno de los más temidos y perseguidos asesinos de esa ciudad.

El sospechoso, de semblante tranquilo y distante, solicitó ante la Justicia un juicio con jurado y, además, el Tribunal falló que el debate estará abierto al público.

En caso de ser declarado culpable, podría ser condenado a prisión perpetua. Las matanzas ocurrieron en su mayoría en el Parque Bittsa, al sudoeste de Moscú, y comenzaron en 2001.

La capital rusa cayó en pánico, toda la ciudad estaba aterrorizada. En junio de 2006, el acusado fue arrestado luego de que la policía hallara su nombre y su número de teléfono en una hoja de papel que una mujer asesinada había logrado dejarle a su hijo.

En un principio, Pichushkin negó ser el homicida, pero luego confesó el crimen cuando la policía le mostró imágenes de video tomadas por una cámara de vigilancia en un subterráneo.

Esas imágenes lo retrataban acompañando a la víctima. Luego, probado ese hecho, Pichushkin confesó haber asesinado a otras 62 personas, e incluso ayudó a la policía a encontrar algunos cadáveres.

Poco después de su arresto, las autoridades invitaron al canal de televisión NTV a filmar y transmitir las confesiones de detenido, en un intento por contrarrestar los rumores de la prensa de que Pichushkin había sido forzado bajo tortura a realizar confesiones falsas.

En esa entrevista, Pichushkin habló de su pasión por matar: "Para mí, una vida sin homicidios es como una vida sin alimentos para ustedes -sostuvo -. Me sentía como el padre de todas estas personas, ya que fui yo el que les abrió la puerta del otro mundo''.

De todas maneras, algunos expertos del Instituto Serbsky, la principal clínica psiquiátrica de Rusia, concluyeron que Pichushkin es imputable.

El acusado anotaba con un número sobre un tablero de ajedrez a cada una de sus víctimas. A la mayoría las asesinó a golpes, y cuando fue detenido, estaba cerca de completar el casillero 64.

Casi todas las víctima eran hombres a quienes engañaba prometiéndoles una botella de vodka. Los medios rusos sostienen que Pichushkin buscaba competir con el más reconocido asesino serial en ese país, Andrei Chikatilo ("El carnicero de Rostov"), muerto de un balazo en la nuca tras ser condenado en 1992 por matar a 52 chicos y mujeres en un plazo de doce años.

Pichushkin confesó que su primera víctima fue un compañero de clase al que asesinó en 1992, cuando tenía 18 años. Los policía lo tuvieron bajo la mira, pero al poco tiempo lo descartaron. Los crímenes del Parque Bittsa estallaron casi una década más tarde.

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