La desaparecida escultura natural, que se elevaba en los acantilados de este majestuoso parque terrestre y marino, era uno de los referentes turísticos de Perú y parada obligada en la ruta hacia las famosas Líneas de Nazca.
El miércoles desapareció al derrumbarse su cúpula y su arco, espacios en los que encontraban refugio una gran diversidad de aves migratorias y endémicas, como choros, playeros, flamencos y lobos marinos, además del pingüino de Humboldt, en peligro de extinción.
El representante de Intendencia de Áreas Naturales Protegidas del Instituto de Recursos Naturales (Inrena), Luis Alfaro, informó a la agencia oficial Andina de que al menos dos lobos marinos aparecieron muertos en la reserva.
"Es una zona de descanso, donde usualmente existen 150 ejemplares, hemos observado 50. Esto no significa necesariamente que el resto ha muerto. Estamos evaluando", dijo Alfaro.
Explicó que otros atractivos del parque, como la también formación rocosa 'El Fraile', los miradores y las vías de acceso a la mina que hay en su interior, así como los restaurantes, han resultado dañados. Paracas está ubicada en una península y frente a ella se registró el epicentro del seísmo de ocho grados Richter. La reserva también cuenta con una necrópolis, de 5.000 años de antigüedad, que posteriormente sería lugar de asentamiento de la civilización Paracas, anterior al Imperio Inca en unos 1.000 años.
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