Creyente de la lectura del tarot y las ciencias ocultas, el ex presidente Alberto Fujimori cuenta durante el juicio que se le sigue en la base de la Diroes con la “ayuda” de una bruja que además de transmitirle “energía” se dedica a lanzar maldiciones contra el fiscal del caso, los abogados de la parte civil y hasta los deudos de las víctimas de La Cantuta.
Anoche, durante un informe del programa Cuarto Poder, de América Televisión, se confirmó que Doña Salomé -una mujer de 87 años con cabello cano llamada Salomé Ybargüen Alarcón viuda de Agüero- es por propia confesión “el amuleto de Fujimori”, tanto que durante el juzgamiento de éste se le ve sentada en primera fila al lado de Kenji Fujimori.
Apenas aparece el ex jefe de Estado, éste la mira y le sonríe y ella lo bendice o impone sus manos desde lejos, detrás de los vidrios.
“El presidente Fujimori confía en mí”, revela Doña Salomé, quien provoca temor entre los asistentes al juzgamiento, sobre todo si son contrarios a Fujimori.
Así, la abogada de los deudos de las víctimas de La Cantuta y Barrios Altos, Gloria Cano, lleva una pulsera para contrarrestar el poder de la anciana.
“Esa señora ha maldecido hasta mi tercera generación. Llevo una pulsera que una amiga me regaló contra el daño. Dicen que esta señora es una bruja y que adivina la suerte”, enfatizó.
Incluso el enérgico fiscal Avelino Guillén no se salva. Al ser advertido por funcionarios del Inpe de las maldiciones de Doña Salomé, el magistrado toma precauciones.
“Por si acaso dejo el vaso con agua que colocan en el mueble. Dicen que el agua absorbe las malas vibras”, subrayó.
Los deudos de las víctimas también reciben maldiciones del “amuleto de Fujimori”, se indicó.
La mujer, quien ha vaticinado que en octubre Fujimori recuperará la libertad, cumple hoy el rol que antes ejercían brujas y adivinas en la dictadura fujimontesinista, cuando “aconsejaban” al ex gobernante.
En “Cuarto Poder” se confirmó además otras visitas que recibe Fujimori: el profesor de dibujo y pintura Enrique Gálvez Suárez y el pastor y ex congresista Pedro Vílchez.
Anoche, durante un informe del programa Cuarto Poder, de América Televisión, se confirmó que Doña Salomé -una mujer de 87 años con cabello cano llamada Salomé Ybargüen Alarcón viuda de Agüero- es por propia confesión “el amuleto de Fujimori”, tanto que durante el juzgamiento de éste se le ve sentada en primera fila al lado de Kenji Fujimori.
Apenas aparece el ex jefe de Estado, éste la mira y le sonríe y ella lo bendice o impone sus manos desde lejos, detrás de los vidrios.
“El presidente Fujimori confía en mí”, revela Doña Salomé, quien provoca temor entre los asistentes al juzgamiento, sobre todo si son contrarios a Fujimori.
Así, la abogada de los deudos de las víctimas de La Cantuta y Barrios Altos, Gloria Cano, lleva una pulsera para contrarrestar el poder de la anciana.
“Esa señora ha maldecido hasta mi tercera generación. Llevo una pulsera que una amiga me regaló contra el daño. Dicen que esta señora es una bruja y que adivina la suerte”, enfatizó.
Incluso el enérgico fiscal Avelino Guillén no se salva. Al ser advertido por funcionarios del Inpe de las maldiciones de Doña Salomé, el magistrado toma precauciones.
“Por si acaso dejo el vaso con agua que colocan en el mueble. Dicen que el agua absorbe las malas vibras”, subrayó.
Los deudos de las víctimas también reciben maldiciones del “amuleto de Fujimori”, se indicó.
La mujer, quien ha vaticinado que en octubre Fujimori recuperará la libertad, cumple hoy el rol que antes ejercían brujas y adivinas en la dictadura fujimontesinista, cuando “aconsejaban” al ex gobernante.
En “Cuarto Poder” se confirmó además otras visitas que recibe Fujimori: el profesor de dibujo y pintura Enrique Gálvez Suárez y el pastor y ex congresista Pedro Vílchez.
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