El atleta olímpico más exitoso de todos los tiempos consiguió batir todos los récords. Luego, en conferencia de prensa, manifestó sentir una gran admiración por Rafael Nadal.
Michael Phelps, con un total de 14 medallas de oro, ocho de ellas ganadas en Beijing, batió todos los récords ya que el equipo norteamericano se impuso en los 4x100 metros estilos.
Cuando se le preguntó antes de este nuevo logro a Phelps si después de eso aún tendría algún objetivo, respondió que sí. "Mi gran meta es cambiar el deporte de la natación. Quiero que vengan niños y formen parte de una nueva natación. Tiene que ser un deporte aún más importante".
El nadador dijo que siempre soñó con ganar una medalla de oro en los Juegos Olímpicos: "Creo esto demuestra realmente que no importa qué es lo que te plantees en tu imaginación. Puedes hacerlo. Todo es posible si sueñas. Mi entrenador me ayudó a soñar en grande".
Bajo la sombra de Nadal
El nadador estadounidense Michael Phelps admitió hoy que quería conocer al tenista español Rafael Nadal porque es uno de los deportistas que más le divierten.
"Quería conocerlo. Es uno de los deportistas que más me gusta ver por televisión", dijo el norteamericano después de lograr su octava medalla de oro en la última jornada de competición en la natación de los Juegos Olímpicos de Pekín, un récord sin precedentes.
"También vi a Dirk Nowitzki y a Roger Federer", relató Phelps. "Me gusta el ambiente de la villa", añadió, pese a que llevó una vida casi monástica durante la competición.
La última medalla y la historia
Phelps, de 23 años, quebró en los Juegos Olímpicos de Beijing el récord de su compatriota Mark Spitz, que había ganado siete medallas de oro en Munich 1972, con una victoria en los 100 metros combinados con relevos.
El récord de Spitz se había mantenido por 36 años, pero la espera por alguien que mejore la marca de Phelps podría tomar otro siglo, según algunos especialistas.
Phelps levantó sus brazos de alegría y sus primeros pensamientos fueron para su madre. "No sé qué sentir, tantas emociones, tanta excitación. Sólo quiero ver a mi mamá", sostuvo.
Junto con Aaron Peirsol, Brendan Hansen y Jason Lezak, Phelps impuso un nuevo récord mundial con un tiempo de tres minutos 29.34 segundos. Australia ganó la medalla de plata y Japón la de bronce.
Este fue el séptimo récord mundial de Phelps en el estadio Cubo de Agua en Pekín y lo impulsó a ser el deportista con más medallas de oro en un sólo torneo olímpico y también en su carrera, con 14.
Antes había ganado en China los 400 metros combinados individuales, 4x100 metros estilo libre, 200 metros estilo libre, 200 metros mariposa, 4x200 estilo libre, 200 metros combinados individuales y 100 metros mariposa. "Ha sido una montaña rusa ascendente, pero ha sido divertido", dijo en su momento de gloria. "Lo más importante es que nada es imposible (...) con tanta gente diciendo que no podía hacerse, todo lo que se necesita es una imaginación", agregó.
Bendecido con una envergadura de brazos mayor a su altura, Phelps había entrado en calor antes de sus carreras con música hip-hop y siempre miró a su madre en las gradas al momento de su triunfo.
Spitz, el norteamericano Carl Lewis, el fondista Paavo Nurmi y la gimnasta rusa Larysa Latynina terminaron sus carreras con nueve medallas de oro. Phelps, que viene de Baltimore y tuvo que sobreponerse a un desorden de déficit de atención en su infancia, ahora ya tiene garantizados acuerdos corporativos multimillonarios de por vida.
"Quería poner mi mente en ello y quería hacer algo que nadie nunca hizo en el deporte", sostuvo Phelps.
Cuando se le preguntó antes de este nuevo logro a Phelps si después de eso aún tendría algún objetivo, respondió que sí. "Mi gran meta es cambiar el deporte de la natación. Quiero que vengan niños y formen parte de una nueva natación. Tiene que ser un deporte aún más importante".
El nadador dijo que siempre soñó con ganar una medalla de oro en los Juegos Olímpicos: "Creo esto demuestra realmente que no importa qué es lo que te plantees en tu imaginación. Puedes hacerlo. Todo es posible si sueñas. Mi entrenador me ayudó a soñar en grande".
Bajo la sombra de Nadal
El nadador estadounidense Michael Phelps admitió hoy que quería conocer al tenista español Rafael Nadal porque es uno de los deportistas que más le divierten.
"Quería conocerlo. Es uno de los deportistas que más me gusta ver por televisión", dijo el norteamericano después de lograr su octava medalla de oro en la última jornada de competición en la natación de los Juegos Olímpicos de Pekín, un récord sin precedentes.
"También vi a Dirk Nowitzki y a Roger Federer", relató Phelps. "Me gusta el ambiente de la villa", añadió, pese a que llevó una vida casi monástica durante la competición.
La última medalla y la historia
Phelps, de 23 años, quebró en los Juegos Olímpicos de Beijing el récord de su compatriota Mark Spitz, que había ganado siete medallas de oro en Munich 1972, con una victoria en los 100 metros combinados con relevos.
El récord de Spitz se había mantenido por 36 años, pero la espera por alguien que mejore la marca de Phelps podría tomar otro siglo, según algunos especialistas.
Phelps levantó sus brazos de alegría y sus primeros pensamientos fueron para su madre. "No sé qué sentir, tantas emociones, tanta excitación. Sólo quiero ver a mi mamá", sostuvo.
Junto con Aaron Peirsol, Brendan Hansen y Jason Lezak, Phelps impuso un nuevo récord mundial con un tiempo de tres minutos 29.34 segundos. Australia ganó la medalla de plata y Japón la de bronce.
Este fue el séptimo récord mundial de Phelps en el estadio Cubo de Agua en Pekín y lo impulsó a ser el deportista con más medallas de oro en un sólo torneo olímpico y también en su carrera, con 14.
Antes había ganado en China los 400 metros combinados individuales, 4x100 metros estilo libre, 200 metros estilo libre, 200 metros mariposa, 4x200 estilo libre, 200 metros combinados individuales y 100 metros mariposa. "Ha sido una montaña rusa ascendente, pero ha sido divertido", dijo en su momento de gloria. "Lo más importante es que nada es imposible (...) con tanta gente diciendo que no podía hacerse, todo lo que se necesita es una imaginación", agregó.
Bendecido con una envergadura de brazos mayor a su altura, Phelps había entrado en calor antes de sus carreras con música hip-hop y siempre miró a su madre en las gradas al momento de su triunfo.
Spitz, el norteamericano Carl Lewis, el fondista Paavo Nurmi y la gimnasta rusa Larysa Latynina terminaron sus carreras con nueve medallas de oro. Phelps, que viene de Baltimore y tuvo que sobreponerse a un desorden de déficit de atención en su infancia, ahora ya tiene garantizados acuerdos corporativos multimillonarios de por vida.
"Quería poner mi mente en ello y quería hacer algo que nadie nunca hizo en el deporte", sostuvo Phelps.
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