sábado, 2 de agosto de 2008

LOS HERMANOS CORI SON CAMPEONES MUNDIALES DE AJEDRÉZ Y PIDEN APOYO


Me gustaría algún día llegar a Palacio de Gobierno, pero no para ser presidente, sino para decirle al señor Alan García que apoye más al ajedrez”.


Estas palabras de Jorge Cori son de hace un buen tiempo, cuando OJO le hizo una nota por uno de sus logros y ahora las recordamos como una anécdota.


Jorge Cori se acordó de aquel diálogo y dijo “me gustaría visitarlo y solicitarle que nos apoye económicamente, porque necesitamos conseguir los pasajes para los próximos torneos”, indicó el talentoso ajedrecista de 13 años.


Esta solicitud no se hizo esperar y en horas de la tarde de ayer el padre de los campeones, Jorge Luis Cori, comunicó que el Departamento Protocolar de Palacio de Gobierno lo llamó para hacerle llegar a sus hijos la invitación de asistir a un homenaje preparado por el presidente García.


Jorge, el inquieto campeón, también hizo un llamado a las autoridades para que dejen de lado la preferencia por el fútbol y se concentren en otras disciplinas deportivas.


“Deberían apoyar más a otros deportes. Todos se dedican al fútbol; sin embargo, ellos no traen medallas. No todo es fútbol”, señaló.



Orgullo para el Peru

Jorge y Deysi Cori se coronaron campeones mundiales en el torneo escolar que se desarrolló en Singapur dejando en alto el nombre del país por partida doble.


Ambos jovencitos practican desde hace siete años el ajedrez, desde que la Municipalidad de Villa El Salvador en 2001 decidió brindar vacaciones útiles a los niños del arenal.


En el certamen de Singapur, Deysi Cori (15) logró un impecable triunfo tras ganarle a Sia Xin-Jie Selina, representante de Singapur, victoria que le valió alzarse con la corona, pues su puntaje fue inalcanzable para sus demás competidores. En el caso de Jorge Cori, alcanzó el campeonato mundial al hacer tablas con Masruri Rahman, de Indonesia.


Ayer en su casa de Santa Anita, la familia Cori recibió a OJO y tanto Deysi como Jorge demostraron porqué son los mejores. En menos de dos minutos jugaron una partida de ajedrez ante nuestra atenta mirada.

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