Sin incidentes, cientos de damnificados se congregan en las plazas de armas de Pisco, Ica y Chincha para marchar en memoria de las víctimas del terremoto que un día como hoy, hace un año, devastó el sur del país, y en demanda de mayor celeridad en el proceso de reconstrucción.
En Pisco, la ciudad más afectada por la tragedia, se programó a partir de las 10:00 horas una misa masiva en el cementerio local, en memoria de los fallecidos por el movimiento telúrico.
En el lugar donde se reconstruirá la iglesia de San Clemente, donde fallecieron cerca de 150 personas, entre adultos y niños, que se dieron cita para participar de una misa el 15 de agosto de 2007, se llevará a cabo una eucaristía a las 18:00 horas, tras la cual se realizará una vigilia.
En tanto, esta mañana se realizó en la ciudad de Ica una ceremonia de izamiento a media asta del Pabellón Nacional en señal de duelo al cumplirse un año del terremoto, con participación de autoridades locales, entre ellas el alcalde provincial, Mariano Nacimiento.
Luego de este acto se programó una romería hacia el Cementerio General de Saraja, donde se rendirá un homenaje póstumo a las víctimas que reposan en este camposanto.
“Los iqueños nos mantenemos unidos, creo que es importante esa unificación para sacar adelante nuestra tierra. El trabajo es fuerte, tanto del Gobierno Central, del regional y del local”, manifestó el burgomaestre iqueño.
Por su parte, las parroquias de Chincha celebrarán una misa a partir de las 18:00 horas en la plaza de Armas de la capital provincial. En estos momentos los pobladores de esta jurisdicción se alistan para participar en la anunciada movilización.
El alcalde de Chincha, José Navarro Grau, refirió a la agencia Andina que él no participará de la medida y que continuará laborando en su despacho.
“Yo estoy trabajando normal, el municipio no para, no podemos detenernos, (la movilización) no es problema mío, sino del sindicato de construcción civil y de la CGTP, que son los que la han organizado”, expresó.
Hoy fue declarado como Día de Duelo Nacional por las casi 600 víctimas mortales del terremoto y las personas afectadas durante el sismo de 7.0 grados en la escala de Richter, una de las peores desgracias suscitadas en nuestro país en los últimos años.