Al parecer, hubo un momento en que, por causas climáticas, su número se redujo a sólo unos 2.000 individuos que vivieron en África en la primera etapa de la Edad de Piedra.
Esos individuos, que son los ancestros comunes de los 6.600 millones de habitantes del planeta, se separaron en pequeños grupos y vivieron aislados durante casi 100.000 años antes de "reencontrarse" para iniciar las emigraciones desde el continente negro.
Para ese momento, la humanidad ya se había dividido en grupos diferentes con líneas genéticas particulares de cada grupo, señala el estudio, financiado, entre otros, por la National Geographic Society.
"Hubo importantes fenómenos climáticos que contribuyeron a la separación", según Spencer Well, que dirigió el estudio. Según el científico, las pruebas de una catástrofe meteorológica están en la zona de Malawi, en lo que es ahora Mozambique, que actualmente registra una serie de intensas sequías.
Genomas completos de ADN "La población se redujo probablemente a unos 2.000 individuos ...unos pocos centenares por cada grupo. Estuvimos al borde de la extinción", agregó. Los científicos llegaron a esa conclusión después de analizar los genomas completos del ADN mitocondrial (que sólo transmiten las madres) de varias poblaciones indígenas del África subsahariana con el objeto de detectar mutaciones genéticas.
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