jueves, 21 de febrero de 2008

Una detenida acabó en la comisaría tendida en el suelo sobre un charco de sangre


Han pasado dos años desde que Angela Garbarino fue detenida por conducir bajo los efectos del alcohol. Dos años en los que han cerrado sus cicatrices y ha recuperado su aspecto normal. En aquella noche de noviembre de 2006 fue conducida hasta una comisaría, en la que entró por su propio pie pero que abandonó en ambulancia, escupiendo sangre.

Garbarino asegura que recibió una brutal paliza a manos del agente de policía de Lousiana (EE UU) que la custodiaba, Wiley Willis, y dos años más tarde ha conseguido imágenes de lo que ocurrió. Él niega que sea así, y asegura que la detenida se autolesionó para inculparle. En el cuarto en el que se encontraban, una cámara registró lo que sucedía hasta el momento de la supuesta paliza, momento en el que el policía se acerca a detener la grabación.

AVISO: Los vídeos pueden herir su sensibilidad

1. La detenida, Angela Garbarino, y el agente Wiley Willis entran en el cuarto de detenidos de la comisaría de Shreveport, en Lousiana. La detenida pide al policía realizar una llamada de teléfono, tal y como marca la ley. El agente se niega y procede a leer sus derechos a la detenida. Ante la insistencia de la mujer, el agente la esposa y le golpea contra la pared.

2. El agente sienta a la detenida, ahora esposada, mientras ésta le increpa. La inmoviliza presionando sobre su espalda al tiempo que ella sigue pidiendo realizar la llamada de teléfono. El agente le coge del brazo y la mujer empieza a gritar y a insultarle. El agente se acerca a la cámara y detiene la grabación. La siguiente imagen: la detenida sobre un charco de sangre.

3. Llegan a la comisaría las asistencias médicas, que atienden a la mujer en el lugar de la agresión. Tenía la nariz y un hueso de la mejilla rotos, así como diversas contusiones graves. Pese a estar sangrando por la nariz de forma abundante, el policía deja a la detenida tendida con la espalda contra el suelo.

4. Los médicos siguen atendiendo a Garbarino en el suelo del cuarto de detención, sobre un enorme charco de sangre. Finalmente, la suben a una camilla y abandonan la comisaría.Durante todo el rato, varios policías hablaban entre sí y con los paramédicos. Mientras, la mujer balbucea su versión.

5. Tras la salida de la detenida, los operarios de limpieza limpian toda la sangre del cuarto de los detenidos y lo dejan como estaba antes de lo sucedido. En el suelo no queda ni una huella de sangre que haga sospechar nada de lo ocurrido... salvo la grabación de la cámara.

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