La codicia pudo más que su devoción. Un falso devoto, a quien se le ve en una fotografía llorando de rodillas el día que se encontró la venerada Cruz de Motupe, resultó ser uno de los ladrones que la hurtó el martes pasado provocando una gran conmoción en el mundo católico.
Oscar Risco Cabrera (36), quien vive en Motupe desde hace 12 años, fue detenido ayer cuando regresaba de Chiclayo con 7 mil nuevos soles, dinero que sería, según la policía, de la venta de las joyas que adornaban la cruz.
El detenido fue sindicado como cómplice del robo por Julián Purihuamán, uno de los guardianes detenidos por este caso, quien además confesó que éste ayudó dando detalles a los otros ladrones de cómo subir al Santuario que se encuentra en la cima del cerro Chalpón.
Risco trabajaba unos metros abajo del Santuario vendiendo imágenes alusivas a la Cruz de Motupe, y por tanto conocía muy bien el camino. Su estrategia para evitar sospechas, fue mostrarse muy sentido por la desaparición del "madero sagrado" y hasta derramó lágrimas frente a la cruz cuando ésta fue hallada quemada y rota en cinco partes.
El general Carlos Vallejos, jefe de la II Diterpol, reveló que Risco en el colmó de la osadía se puso a su costado fingiendo lamentar lo sucedido, al igual que otros implicados en el hurto. Aseguró que el caso será totalmente esclarecido en los cinco días de plazo que les queda para la investigación, a cargo de la fiscal Marlene Rubiños.
Sonia Luna, esposa del detenido, negó la participación de su esposo en este robo sacrílego y juró que él y toda su familia son devotos de la Cruz de Motupe y participan en todas sus festividades.
Oscar Risco Cabrera (36), quien vive en Motupe desde hace 12 años, fue detenido ayer cuando regresaba de Chiclayo con 7 mil nuevos soles, dinero que sería, según la policía, de la venta de las joyas que adornaban la cruz.
El detenido fue sindicado como cómplice del robo por Julián Purihuamán, uno de los guardianes detenidos por este caso, quien además confesó que éste ayudó dando detalles a los otros ladrones de cómo subir al Santuario que se encuentra en la cima del cerro Chalpón.
Risco trabajaba unos metros abajo del Santuario vendiendo imágenes alusivas a la Cruz de Motupe, y por tanto conocía muy bien el camino. Su estrategia para evitar sospechas, fue mostrarse muy sentido por la desaparición del "madero sagrado" y hasta derramó lágrimas frente a la cruz cuando ésta fue hallada quemada y rota en cinco partes.
El general Carlos Vallejos, jefe de la II Diterpol, reveló que Risco en el colmó de la osadía se puso a su costado fingiendo lamentar lo sucedido, al igual que otros implicados en el hurto. Aseguró que el caso será totalmente esclarecido en los cinco días de plazo que les queda para la investigación, a cargo de la fiscal Marlene Rubiños.
Sonia Luna, esposa del detenido, negó la participación de su esposo en este robo sacrílego y juró que él y toda su familia son devotos de la Cruz de Motupe y participan en todas sus festividades.
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