domingo, 16 de septiembre de 2007

Alan pide perdón a madre contagiada con VIH

Como reza el dicho, “Dios tarda, pero nunca olvida”. La respuesta y disculpas del gobierno no se hicieron esperar. El presidente Alan García pidió ayer perdón a Judith Rivera (44), humilde madre de familia que fue infectada con el virus del VIH/Sida en el Hospital Daniel Alcides Carrión del Callao, y anunció que la indemnizará con 300 mil soles y una vivienda. Rivera, de 44 años y madre de tres hijos, fue contagiada por el mortal virus en abril pasado al recibir una transfusión de sangre. Ayer fue recibida en Palacio de Gobierno por el jefe de Estado, quien sorprendió al pedirle perdón públicamente y manifestarle que solicitará al Ministerio de Salud le otorgue esa indemnización como una forma de compensarla por el error cometido en el nosocomio chalaco. “Como jefe de Estado le pido perdón a Judith Rivera. Creo que es un error gravísimo el que ha ocurrido e invoco a todos los funcionarios a que no se repitan errores y fallas que afectan a las personas más humildes, como en este caso”, declaró. “Adicionalmente, voy a hablar con el ministro de Vivienda para que en uno de los programas de MiVivienda o Techo Propio, le sea adjudicada una vivienda. Así, el Estado podrá compensar y ayudar a que esta dirigente social, conocida en Ventanilla, pueda ver resarcido el daño sufrido”, añadió. García ratificó que “el tratamiento triterápico” será asumido por el Estado, así como las intervenciones quirúrgicas que quedaron pendientes antes del contagio, hecho que se especifica en la Resolución Ministerial Nº 742-2007, publicada el viernes en el diario oficial El Peruano. QUE SIRVA DE LECCION Judith Rivera está obligada a usar pañales debido a que en el hospital Carrión, donde se le inoculó el VIH, le perforaron la vejiga al someterla a una extracción de útero, lo cual le provoca incontinencia urinaria. El mandatario demandó que este caso sirva de lección para que todos los funcionarios, médicos y asistentes tengan mucho más cuidado y mayor humanidad con los pacientes. “No solamente es la transfusión que infecta, es también la dureza del corazón y la insensibilidad lo que sorprende, aunado a que se niegue varias veces que el hecho haya ocurrido. Eso ofende más a una persona humilde que fue a buscar ayuda al hospital y termina con una gravísima enfermedad”, prosiguió. También señaló que este caso debe sentar un precedente para que el Estado asuma su responsabilidad y sepa dar la cara y responda por los errores cuando los cometa.

1 comentario:

  1. es terrible de quien no tuvo cuidado en hacer sus cosas le destruyo su vida y aquella culpable jamas pago ninguna condena debe hacerlo el gpobierno sacar a muchos medicos que hacen daños a sus pavcientes.

    ResponderBorrar