La ciudad de Pisco se convertirá en una ciudad modelo luego de ser íntegramente reconstruida por decisión del Gobierno, con el esfuerzo de sus pobladores, y el apoyo solidario de todo el Perú y de la comunidad internacional.
“El Gobierno ha tomado la decisión de reconstruir Pisco y será una ciudad modelo con nuevo sistema de agua potable y alcantarillado, con fibra óptica, con conexiones de gas natural que incluirá a los domicilios, con una nueva autopista que llegará a Ica, con nuevas plantas de procesamiento que darán trabajo, un aeropuerto moderno y un puerto con la mejor tecnología”, manifestó.
El primer ministro sostuvo que el esfuerzo del pueblo pisqueño no se puede ver ensombrecido por opiniones divergentes que no son mayoritarias.
Fue durante el discurso que pronunció en la ceremonia realizada en la Plaza de Armas de Pisco con motivo de la conmemoración del 187 aniversario del desembarco en Paracas de la expedición libertadora que encabezó el generalísimo José de San Martín y que permitió lograr la Independencia.
“Esto es lo que le espera al pueblo de Pisco y por eso el Gobierno ratifica su decisión de reconstruir la ciudad, apoyada por la comunidad internacional que respondió con enorme solidaridad enviando en primer término importante ayuda para los damnificados y ahora apuesta por un nuevo Pisco”, subrayó.
En ese sentido, Del Castillo destacó la presencia en esta visita a Pisco de los embajadores de la Unión Europea, Japón y China, así como representantes de las embajadas de Argentina y de organismos como la OEA y la Comunidad Iberoamericana, quienes muestran de esta manera su amistad y solidaridad con el pueblo peruano en general y de Pisco en particular.
“Estamos seguros que el proceso de recuperación de la ciudad de Pisco, pero también de Chincha, Cañete, Ica, Castrovirreyna, Huaytará, será una realidad y si bien es una tarea difícil, pero desde un primer momento el Presidente Alan García vino aquí y dirigió personalmente el proceso de recuperación en la primera etapa de la emergencia”, remarcó.
Del Castillo pidió públicamente al pueblo de Pisco comprensión, participación, gran aliento en esta tarea, porque el Gobierno no los abandonará, sino que enfatizará sus esfuerzos en la renovación total de la ciudad.
“No los hemos dejado solos, no los vamos a dejar solos, seguiremos trabajando. El Congreso hizo lo suyo aprobando leyes con rapidez y estoy seguro que lo seguirá haciendo; el Ejecutivo una gran tarea, la comunidad internacional, y fundamentalmente el pueblo peruano ha reaccionado con enorme solidaridad expresado en diversas formas”, anotó en su discurso en el que se registraron algunas señales de descontento.
“La caída de hoy significa una especie de paso atrás para dar varios pasos adelante y eso es lo que Pisco hará a la cabeza de todos los pueblos damnificados”, enfatizó.
El premier estuvo acompañado por el ministro de Defensa, Allan Wagner, y autoridades regionales y locales.
En el acto se colocaron ofrendas florales al pie de la efigie del libertador don José de San Martín, ubicada en el centro de la Plaza de Armas de Pisco.