Pese a que el arzobispo de Lima, Juan Luis Cipriani, dijo que "todo ladrón piensa en su condición", el rector de la todavía Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), Marcial Rubio, insistió en manifestar que el verdadero interés del cardenal es tomar el control económico y apoderarse de los bienes de ese casa de estudios.
Sustentó que el motivo de la disputa es que el cardenal "cree que no somos católicos, que no actuamos como católicos". Afirmó que no están dispuestas a aceptar el pedido del Vaticano para convertir a Cipriani en el Gran Canciller de la PUCP, "porque sólo se tiene que escuchar al cardenal para darse cuenta de que es un enemigo de la universidad".
Cipriani, por su parte, refirió que dicha universidad depende de la Santa Sede y exhortó a sus autoridades a adaptar sus estatutos a la Ex Corde Ecclesiae.
"Amo a la PUCP, pero ese amor está subordinado a mi amor por la Iglesia", expresó a través de una columna en el diario Correo, la cual firmó como Gran Canciller de la PUCP.
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