miércoles, 15 de abril de 2009

BUS SE ESTRELLA CONTRA CISTERNA DE GAS Y BOLAS DE FUEGO CARBONIZA VEHICULO


Infierno en la Panameri­cana Sur. Más de 20 personas murieron calcinadas dentro de un ómnibus interprovincial luego que éste chocara contra la parte trasera de un camión cisterna cargado con casi 11 mil galones de gas licuado de petróleo y se incendiaran ambos vehículos.

El fatídico hecho que, además, dejó siete heridos graves, ocurrió a las 11:30 de la noche del lunes a la altura del kilómetro 165 de la Panamericana Sur, en Cañete.

Según las primeras investigaciones policiales, la excesiva velocidad con la que conducía Anatolio Simon Aquije Chacaliaza (54), chofer del ómnibus de la empresa de transportes Costeño, provocó el pavoroso impacto contra el vehículo de carga de placa YI-1968 que, al parecer, iba a casi 30 kilómetros por hora.

Sólo el cuerpo de este chofer, así como de la pasajera Luisa Gonzales (27) y su hijito Jorge Córdova (5) han sido identificados.

El impacto causó el rompimiento de las válvulas del cisterna, generando fuga de combustible que dio paso a una bola de fuego de 60 metros de diámetro por cuatro de altura, la cual calcinó en contados minutos a los ocupantes del bus que se dirigía de Lima a Pisco.

Las llamas también envolvieron al cisterna, cuya cabina quedó destruida y el chofer Juan Mejía Sánchez, pese a que logró salir del asiento, sufrió quemaduras de tercer grado en el 80% del rostro.

Mejía Sánchez fue trasladadoal hospital de Chincha, pero ante su grave estado fue conducido al María Auxiliadora, en Lima, y de allí al Daniel A. Carrión del Callao, que cuenta con una sala especializada para quemados.

En tanto, Antonio Gutiérrez Saravia (44), Luis Alberto Linares Guzmán (46), Grasilda Rodríguez Lomas (37) y los hermanos José (48) y Betty Pradinett Olivares (53) permanecen internados en el hospital Rezola de Cañetecon quemaduras de primer y segundo grado.

Los médicos informaron que Percy José Mateo García (35) fue derivado al hospital Dos de Mayo, en Lima, por presentar quemaduras de tercer grado.

Algunos bomberos dijeron que ambos vehículos habrían quedado pegados y que avanzaron de esa forma zigzagueando unos 50 metros. Es decir, que fueron una bola de fuego mientras estaban en marcha, por lo que algunos de los sobrevivientes lograron arrojarse desde las ventanas traseras en medio de desesperados gritos de auxilio.


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