El presidente Alan García se dio un baño de popularidad en la Plaza de Acho rindiendo homenaje a los dirigentes populares por su día, y cuestionando la lenta burocracia del Congreso y del Poder Judicial, que impide otorgar títulos de propiedad en miles de asentamientos humanos.
Con música folcklórica de Abencia Meza de fondo y vivas de la muchedumbre, García exigió al Parlamento emitir una legislación de emergencia que permita dar títulos de propiedad a todos los peruanos, en vez de perder el tiempo en temas intrascendentes, como ver si el parlamentario puede renunciar.
¡Qué le interesa al país eso! Al país lo que le interesa es el agua, el título y la luz, subrayó.
García lanzó también sus baterías contra la Constitución, al considerarla un libreto que impide realizar obras sociales, pues sus normas sólo sirven para aquellos que tienen propiedades virreinales, en vez de priorizar el derecho social de los pobladores que habitan esa tierra desde hace años. La tierra es del que lo habita, agregó.
Finamente, anunció la creación de la Casa del Dirigente Popular y la apertura de una lista para que 2 mil dirigentes tengan acceso al seguro social.
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