En los casi tres años de gestión de Evo Morales, los niveles de indigencia se han incrementado en ese país, que está entre los más pobres y con mayores desigualdades de América, indicaron especialistas.
La extrema pobreza se mantiene o ha ido en aumento, dijo el experto Jaime Pérez de la Fundación Jubileo que pertenece a la iglesia Católica. "Estamos en los mismos niveles de pobreza de 1999, no se avanzó más en reducirla y por el crecimiento poblacional hay más pobres ahora", dijo Pérez a la emisora Erbol.
El 70% de los aproximadamente 10 millones de habitantes vive en la pobreza, un 35% de los cuales subsisten con menos de un dólar por persona al día, lo cual es considerado por organismos internacionales como un parámetro para considerarlos en "extrema pobreza". Bolivia sólo pudo reducir un 1,7% la extrema pobreza en los últimos años a pesar del compromiso que adquirió en el seno de las Naciones Unidas junto a los demás países miembros de bajarla a la mitad hasta el 2015, dijo. La mayoría de los pobres viven en el campo donde la vivienda y los servicios públicos son precarios.
En el área urbana 5 de cada 10 son pobres y 2 extremadamente pobres. En área rural 8 de cada 10 son pobres y de ellos 6 viven en la pobreza extrema. El país también figura entre las naciones con mayores desigualdades. Según Pérez de cada diez personas una gana el equivalente al ingreso acumulado de otras siete.
En sus intentos por mejorar las condiciones sociales, Morales creo un bono para los ancianos de 60 años que equivale a 28 dólares mensuales y otro para evitar la deserción escolar equivalente a 34 dólares anuales para cada alumno de las escuelas públicas. "Esos bonos no solucionan la pobreza pero ayudan porque es una forma de redistribuir los ingresos", dijo Pérez. Morales anunció en noviembre un nuevo plan que comenzará en 2009 y con el se propone bajar la tasa de paro del 8% actual a la mitad, rebajar la extrema pobreza del 35% al 27%, reducir la diferencia de ingresos y dotar de servicios básicos a la población que no la tiene.
El plan recibirá 334 millones de dólares del Banco Interamericano de Desarrollo. Pero el mandatario también espera contar con los buenos precios de las materias primas que Bolivia exporta, una variable fuera de su control y que en las últimas semanas le resulta adversa pues con la crisis financiera internacional los precios han bajado considerablemente.
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