El antecedente más recordado de tragedias producidas por la pirotecnia es, sin dudas, el de Mesa Redonda.
Ayer, justo cuando se recordaba otro año más de ese desastre que enlutó al país, ocurrió lo que muchos temían: la explosión en cadena de al menos media tonelada de artificios causó un incendio que terminó con la muerte de un adulto y dos niñas, en un taller clandestino de Ate.
Otras once personas resultaron heridas.
Tres de ellas se debaten entre la vida y la muerte en el hospital Hipólito Unanue. Se trata de Carmelita Gonzales Quispe (57), quien tiene el 90% de la superficie corporal con quemaduras de segundo y tercer grado.
Permanecen con pronóstico reservado Carmín Barrantes Texe (23) con quemaduras en el 80% del cuerpo.
Asimismo Juana de la Cruz Lara (30) tiene el 40% del cuerpo quemado.
Los menores OSM (16) y ASDT (14) fueron dados de alta.
una bomba de tiempo
Hasta anoche no se había identificado a ninguna de las víctimas mortales. En la morgue, sin embargo, confirmaron que se trataba de un varón adulto y de dos niñas.
"Solo podrán ser reconocidas a través de un ADN o de un odontograma", explicaron los médicos forenses.
La imprudencia, la temeridad y la insensatez fueron, sin duda, las que provocaron esta desgracia. El inmueble situado a la altura del km 2,5 de la Carretera Central estaba lleno de bombardas, cohetones, avellanas, volcanes y castillos.
Pero también de pólvora, azufre, nitrato de amonio y otros elementos químicos sensibles al calor.
La Mz. A del asentamiento humano Santa Iluminata era una bomba de tiempo... En los alrededores existe una veintena de talleres clandestinos pirotécnicos que tienen como fachadas a reencauchadoras, venta de lubricantes, bares y restaurantes.
Como lo describió un agente de la Unidad de Desactivación de Explosivos: "Ante un siniestro tal como sucedió, la suerte de la gente dentro del local estaba marcada".
Local no poseía autorización
El alcalde de Ate, Oscar Benavides, llegó al lugar de la tragedia y personalmente dirigió la clausura definitiva de ese local e impuso una multa de 150 UIT.
Asimismo invocó a los lugareños a no continuar arriesgando sus vidas y las de sus familiares.
"No tienen autorización municipal ni de la Discamec, y para colmo utilizan a niños.
Vamos a evaluar una denuncia penal contra los responsables de esta desgracia", dijo luego de explicar que se evalúa una denuncia penal contra los responsables.
"Hay gente irresponsable que no hace caso a las normas de seguridad y trabajan infringiendo la ley. Vamos a ser implacables y no permitiremos más tragedias", dijo.
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